Lluvias de septiembre tardío

Hoy ha llovido a saco por primera vez.

Corrijo la frase inicial: hoy está lloviendo a saco por primera vez. Estaba avisado de esto, claro que lo estaba, lo que pasa es que estas primeras semanas traicioneras me han hecho caer en el espejismo de que iba a hacer este sol intermitente durante más tiempo.

Para los oriundos de Dublín, desde el 14 de septiembre hasta estos últimos días hemos estado teniendo lo que se llama un "lucky weather". Para mí, un tiempo afortunado consistiría en Sevilla en que no hiciera demasiado calor a las cuatro de la tarde. Aquí un lucky weather es básicamente nubes todo el rato que tapen el sol un 70% del tiempo, y que solo te hieles en la calle a partir de medianoche. Ahora pronostican 3 días de lluvia ininterrumpida, porque hacía tiempo que no llovía. Cosas del clima irlandés, qué se le va a hacer.

El resultado es que vengo de clase con los vaqueros mojados, aparentemente sin paragüero o sucedáneo donde dejar el paraguas en el albergue, y la mochila en una esquina de la cama para que se seque rápido. Llevas paraguas ayuda algo, pero no mucho; el viento parece arrastrar las gotas de lluvia cuando se acercan al suelo y las hace embestir contra tu cuerpo de frente.

Enseguida (seguramente mañana, porque tengo una visita de un piso dentro de un rato) saldré a comprar un abrigo más gordo que los que me he traído, o algún impermeable o similar. La lluvia de aquí lo exige. Más aún, son necesarios zapatos gordacos que aguanten ante la lluvia.

Lloviendo como llueve... se me quitan las ganas de salir a conocer más la ciudad. Hoy se ha filtrado el nuevo disco de Muse, y eso invita a quedarse en el albergue emulando algún tipo de autismo. Pero progresivamente voy saliendo más y conociendo más partes de la ciudad, que no es tan grande como pensaba, ya sea por mi cuenta o con mi nuevo colega francés del albergue, Julien.

En cuanto a mi estado inmobiliario, me encuentro un poco a la espera. No dejo de buscar apartamentos, pero cruzo los dedos cada día para que me acojan en una habitación que fui a ver el sábado, que me enamoró - no porque la que me enseñó el piso fuera española, sino por la proximidad a la facultad, la mini-urbanización en la que está sumergida y las pedazo de ventanas. Tengo tres visitas más pendientes, una en un rato y las otras dos pendientes de que me digan la hora. El problema es que los pisos que puedas encontrar ahora ya están disponibles a partir del 1 de octubre o así, con lo que será prácticamente imposible que no me pase lo que queda del mes en el albergue. El albergue ya se ha hecho un hueco en mi corazón, pero estoy cansado... Necesito intimidad, una puñetera mesa, una cocina en la que empezar a aprender. Algo. Son ya 10 días aquí... estoy muy cansado.

Entre hoy y el miércoles se debería resolver todo esto. Lo bueno (y lo que me motiva) es que el jueves me voy a París. Ya explicaré eso más adelante.
Próximamente, conciertos de Jack White y Muse en Dublín. ¡Emoción, decisión, tururu!
Antes de cerrar, por si no vuelvo a escribir antes de irme a Francia... Lo tengo que poner

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